28 octubre, 2008

En esos días en que tanto me parezco a la luna



En esos dias que tanto me parezco a la luna*
cambiante,
llena, nueva, menguante

En esos días fluctuantes
lloré amargamente
lloré por quienes fui,
lloré por quienes sigo siendo,
lloré por quienes nunca fui, ni soy, ni seré,
por quienes están y por quienes se han ido.


En esos días en que tanto me parezco a la luna
caminé y divagué
erraticamente asome mi faz por entre las nubes


En esos días en que tanto me parezco a la luna
corri detrás del sol y envidié la luz centellante de las estrellas


En esos días en que tanto me parezco a la luna
no me negué a loso juramentos hechos a mi nombre
ni rechacé sus lazos ni ataduras


En esos días en que tanto me parezco a la luna
me vi en cada uno de los oceanos,
del norte, del sur, del este y oeste
y no vi mi rostro en ninguno de ellos


En esos días en que tanto me parezco a la luna
me desvelé escuchando los gemidos dentro de mi
q claman por paz y aceptación


En esos días en que tanto me parezco a la luna
de un grito alboreté las mareas en el mar,
causé mil y un cataclismos, maremotos y espejismos


En esos días en que tanto me parezco a la luna
mori de sed, de desesperación, de cansancio
de no poder dormir como aquellos mortales.


En uno de esos días tome mis maletas y deshabite la luna,
exhausta de tan alta contradicción.
*Primera frase inspirada en poema de Andrés Hernández Pridybailo.