15 junio, 2012

Y me volví a acordar de esta, mi casa.

Resulta que, como escribí hace casi un año ya, la cotidianidad si te envuelve, y como dijo un viejo amigo, "te acartona" ... 

Hoy, me di cuenta, por motivos bastantes particulares, que mi vida ha tomado un sentido que yo nunca pensé darle, y del cual no pienso ni quiero ser parte.

Les cuento... mi vida se ha vuelto aburrida, llena de compromisos, más que de voluntades. Se ha vuelto una cortina polvorienta de obligaciones y planes futuros, se ha vuelto como una comida sosa, con pequeños destellos de sabor. No siento ni veo los colores, sino que por el contrario esta lleno de la intriga y las vanidades de la vida Ejecutiva. Y estoy HARTA!

Y el principal problema es que el almidonado ha sido tanto que ni las ganas me quedaban ya de cambiar la situación, y que no se mal entienda, no es que no estaba al tanto de esto, simplemente es mucho más sencillo seguir la corriente y no hacer nada al respecto. Es mucho más fácil pensar y decir hacer, que realmente hacerlo.

Y creo que todo esto se ha vuelto como una vorágine de confusión y aburrimiento, un torbellino lleno de falsas y vanas expectativas, que en realidad no me llevan a ningún lugar. Y esto me tiene sumida en desasosiego total.

¿Que es lo que quiero? ... pues esa es la pregunta del millón...saber qué quiero... tal vez algún día resuelva esta incógnita... tal nunca lo haga.

De momento lo único que se es que necesito salir de este casillero en el que me metí y empezar a cuidarme yo, a quererme yo, a hacer cosas por mi y por el ahora, sin dejar de pensar en el futuro, pero un día a la vez.

Que vuelva la tragicomedia... pero que sea bailable, por favor!